La teoría del color: principios de la impresión en colores
La teoría del color remite a un grupo de reglas generales en torno a cómo se producen los colores, cómo los percibimos, y cómo se reproducen en diferentes soportes y formatos: en una imprenta, en un monitor o pantalla, en papel, en una cámara fotográfica, en el diseño gráfico y en la televisión.
Todo aquel que trabaja con diseño e impresión de imágenes debe conocer los principios de la teoría del color, para obtener los mejores resultados.
Esta teoría, naturalmente, es muy amplia y tiene una historia que se remonta a figuras como Isaac Newton y Johann Wolfgang von Goethe, pero si lo que buscas está relacionado con la impresión online quizás no debas ir tan lejos.
En el caso de la imprenta online lo que debe interesarnos es cuáles son los principios de la impresión en colores.
La teoría del color y la cuatricromía
En la teoría del color se habla de un espacio de color para referirse a distintos modelos de composición de colores, que utilizan un variado número de vectores (colores), que se combinan para producir una paleta determinada de tonalidades.
Estos espacios de colores pueden ser de una dimensión (como las escalas de grises), de dos dimensiones, de tres (como los modelos RGB que trabajan con los colores rojo, verde y azul), y de cuatro, como el espacio CMYK, mejor conocido como cuatricromía.
La cuatricromía es la versión moderna del modelo tradicional de coloración, y se conoce como espacio CMYK por los colores: C, Cyan (cian); M, Magenta; Y, Yellow (amarillo) y K, Key (negro). Puedes encontrar este modelo descrito con las abreviaturas en español: CMAN.
La cuatricromía CMYK, que hemos analizado anteriormente en este blog, es el modelo más utilizado en imprenta, ya que ofrece una gama de colores más amplia y mejor adaptado a sistemas, como el de equipos digitales, que otros modelos o espacios más tradicionales.
Los tipos de mezcla para generar colores en una imprenta online
La teoría del color propone que la luz se puede descomponer en colores primarios (rojo, verde y azul) y secundarios o complementarios (magenta, cian y amarillo).
Con los colores primarios, combinándolos de distinta manera, encendiendo y apagando luces, se pueden lograr prácticamente todos los colores, y para lograr el negro solo hay que apagarlos todos.
Actualmente, se pueden generar miles de colores en las pantallas de un monitor o un televisor utilizando tres fuentes de luz: roja, verde y azul (modelo RGB), que al sumarse forman el blanco. Esto quiere decir que las pantallas con las que interactuamos a diario utilizan una mezcla aditiva.
Pero cuando se trata de la impresión en tinta no se puede hacer lo mismo, por eso en este caso se habla de una mezcla sustractiva de colores, que trabaja a partir de los colores complementarios: cian, magenta y amarillo.
Se trabaja sobre un soporte blanco al que se van agregando los colores complementarios, que van absorbiendo la luz, sustrayendo la luz, hasta lograr el color buscado.
En teoría, la unión del magenta, el cian y el amarillo deberían dar como resultado el negro, pero en la práctica no es así, o al menos el ojo humano no lo registra de esa manera. Es por eso por lo que se incorpora el negro.
Es algo que podrás comprobar echando un vistazo a los cartuchos de tu vieja impresora de tinta. Existen además varios tipos de negros que se usan en imprenta.